27/11/10

cecilia y los viajes espaciales.

Puede que a Cecilia sólo le gustase jugar al ratón y al gato con Javier pero eso era algo que a él le ponía de los nervios. Tanto que a veces acallaba sus labios con besos largos y a rebosar de cariño, la cargaba sobre su espalda y la llevaba casi a volandas, entre risas atronadoras y viajes en nave especial, directita a la cama. Lugar dónde la torturaba a cosquillas y a mordidas que ya eran un ritual entre ellos. Se abandonaban en una burbuja de cristal con olor a sal ajenos a lo que el mundo exterior les deparaba, porque ellos, los niños amantes; eran demasiado pequeños para crecer y mucho menos quererse delante de desconocidos.

Por eso a Javier siempre le había gustado más jugar al escondite que al ratón y al gato, porque, si Cecilia hubiese querido alguna vez, podrían haberse escondido bajo las sábanas de lino y contarse las pecas de la nariz sin que nada ni nadie hubiera podido encontrarles. Pero su adorada Cecilia sólo quería ser gato y a él le tocaba siempre ser ratón. Tampoco podía quejarse; ella adoraba las riñas. No sólo porque fueran el preludio del buen sexo y el amor desmedido, sino porque eso solamente significaba un nuevo viaje bajo las estrellas sobre su cohete espacial favorito: Javier. Su dulce y querido Javier.

7 comentarios:

  1. Camuflados o no de juegos para niños, esos viajes espaciales debían ser tremendos. (:

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  2. Hola Tiffany, tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes munekitacat@hotmail.com

    besos

    Isabella Miranda

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  3. me gustaría probar uno de esos viajes espaciales con javier :)

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  4. ¡Tienes un premio en mi blog! ^^

    ¡Qué relato más dulce! =)

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